Calidad de la dieta, percepción del hambre y seguridad alimentaria en población urbana y rural: estudio multicéntrico de evaluación de tecnología diagnóstica en Cundinamarca, Bogotá, Bucaramanga y su área metropolitana.

El crecimiento económico si no existe voluntad política para redistribuir la riqueza, no disminuye la pobreza. Colombia según el coeficiente de Gíni tiene alta inequidad, la Encuesta Nacional de la Situación Alimentaria y Nutricional (ENSIN-2005) lo confirmó. Además, las estadísticas oficiales evide...

Full description

Autores:
Herrán Falla, Oscar Fernando
Tipo de recurso:
Investigation report
Fecha de publicación:
2011
Institución:
Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación
Repositorio:
Repositorio Minciencias
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repositorio.minciencias.gov.co:20.500.14143/40287
Acceso en línea:
https://repositorio.minciencias.gov.co/handle/20.500.14143/40287
Palabra clave:
Calidad de la Dieta
Epidemiología Nutricional
Estudio de Reproducibilidad y Validez
Hambre
Seguridad Alimentaria en el Hogar
Rights
openAccess
License
Derechos Reservados - Universidad Industrial de Santander, 2021
Description
Summary:El crecimiento económico si no existe voluntad política para redistribuir la riqueza, no disminuye la pobreza. Colombia según el coeficiente de Gíni tiene alta inequidad, la Encuesta Nacional de la Situación Alimentaria y Nutricional (ENSIN-2005) lo confirmó. Además, las estadísticas oficiales evidencian como la pobreza aumentó sostenidamente durante la última década. Una consecuencia del aumento de la pobreza y de la concentración de la riqueza es la disminución de la capacidad de compra de alimentos, constituyéndose en el principal determinante de la inseguridad alimentaria (IA), del hambre percibida y sentida. Medir la IA y el hambre dadas sus consecuencias no es tarea fácil, el diseño de escalas simplificadas es la alternativa a los costosos e inviables métodos utilizados hasta ahora para tal fin. El uso de escalas sin estudios de reproducibilidad y validez en diferentes contextos no es una práctica adecuada en las ciencias sociales. Establecer en la población colombiana que tan confiable es la escala hasta ahora más utilizada en el continente Americano - Escala de Percepción de la Inseguridad Alimentaria y el Hambre (EIH)-, permitirá determinar su utilidad en la formulación, ajuste, ejecución y evaluación de la política pública relacionada. En el mundo el 18% de las personas sufren hambre crónica. En América Latina y el Caribe alrededor del 12% de la población carece de alimentos. En Colombia, la inseguridad alimentaria alcanzó el 41% en 2005. Alimentarse es un derecho a la vida y a la dignidad humana, los Objetivos del Milenio proponen reducir a la mitad el número de personas hambrientas en el 2015. Medir el hambre y la seguridad alimentaria es una tarea compleja a pesar del desarrollo de escalas simplificadas. En Colombia estas escalas no se han evaluado apropiadamente frente a métodos "estándar de oro". Dadas las implicaciones sociopolíticas al obtener resultados con éstas, es necesario realizar estudios de reproducibilidad y validez y establecer la correlación con resultados obtenidos con mediciones confiables sobre calidad de la dieta y déficit de nutrientes. El principal problema al medir la calidad de la dieta, el déficit de nutrientes y la inseguridad alimentaria es el costo y la logística necesaria, por esto reemplazar métodos confiables aunque poco viables por una escala simplificada, permitirá diseñar, focalizar y evaluar políticas públicas tendientes a controlar el hambre y la inseguridad alimentaria poblacional. El hambre como la condición más extrema de la inseguridad alimentaria, esta presente en Colombia. Las alarmantes cifras de percepción de hambre en los hogares y de inseguridad alimentaria en los individuos, reportadas por la ENSIN-2005, ponen de manifiesto que la inequidad y la pobreza se conjugan para vulnerar uno de los derechos humanos más básicos. El monitoreo confiable de estos indicadores permite identificar en que grupos poblacionales estas condiciones son más extremas y también, si las intervenciones propuestas impactan de manera positiva la situación. Si bien coexisten condiciones estructurales alrededor del problema, algunas características particulares de los contextos en que se presentan pueden ser objeto de ajuste, pero sólo si son identificadas, y establecida la asociación de manera confiable. Medir el hambre, la inseguridad alimentaria y la inadecuación de nutrientes es una tarea compleja y costosa. El desarrollo de escalas simplificadas y su posterior validación es la primera parte de la solución, su aplicación y traducción a resultados la segunda, ya que las decisiones que se tomen en función de los mismos y se traduzcan en política pública, programas y estrategias de intervención no pueden permitirse inespecificidad.