El concepto de pasivo ambiental y las necesidades de construcción de diálogo entre sectores productivos y ambientales

El uso de recursos naturales es inevitable en un sistema socioeconómico que requiere cada vez más materia prima para suplir la demanda creciente de productos. En lo que respecta a la categorización en activos y pasivos, las organizaciones empresariales tienen claridad frente a estos conceptos, y las...

Full description

Autores:
Rodríguez Ruiz, Hugo Alejandro
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2022
Institución:
Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano
Repositorio:
Alejandría Repositorio Institucional
Idioma:
OAI Identifier:
oai:alejandria.poligran.edu.co:10823/7105
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/10823/7105
Palabra clave:
Pasivo ambiental
Sector
Productivo
Economía ambiental
Recursos naturales
Sostenibilidad
Environmental liability
Sector
Productive
Rights
License
http://purl.org/coar/access_right/c_abf2
Description
Summary:El uso de recursos naturales es inevitable en un sistema socioeconómico que requiere cada vez más materia prima para suplir la demanda creciente de productos. En lo que respecta a la categorización en activos y pasivos, las organizaciones empresariales tienen claridad frente a estos conceptos, y las diferencias que puedan existir se ven zanjadas con cierta facilidad en gran medida por reglamentaciones internacionales que tienen en su base un componente necesario de globalización. En el caso de los recursos naturales se presentan varios inconvenientes al buscar mediciones respecto a su uso. Dos de los inconvenientes principales son la valoración de dichos recursos y la responsabilidad ante la explotación. En otras palabras, la falta de claridad respecto a la consideración del medio ambiente como fuente de materias primas es el precio de los recursos naturales y a quién hay que pagarlos. Es así que el concepto de pasivo ambiental se torna difuso, haciendo imperativa su claridad. Ahora bien, la situación ambiental actual no es nada halagadora, y el continuar políticas de producción y explotación como las que han primado hasta ahora no parecen considerar las problemáticas presentes. Como en toda discrepancia, aparece más de un actor en contienda asumiendo que la postura defendida es la única opción, impidiendo desde un principio el establecimiento de un diálogo fructífero. Se perpetúan entonces antagonismos que se reflejan en campos semánticos opuestos, alimentados a su vez por dos tendencias que conviven en situaciones que abrazan dicotomías: querer consumir de manera frenética y, a su vez, sostenible. La salida ante estas situaciones, dada la premura de soluciones ante problemáticas ambientales significativas, parece estar en la claridad de conceptos que permitan la construcción dialógica. La herencia histórica de los países subdesarrollados es su lugar como fuente de materias primas. La cuestión es que el medioambiente no se limita a trazos geográficos artificiales, y, siguiendo fundamentos ecológicos, no hay desconexión de sistemas cuando se asume la generalidad de la ecosfera. Colombia, al ser uno de estos países exportadores de materias primas, se encuentra en la primera línea de afectación por la explotación de recursos naturales. Es por esto que, de forma apremiante para una nación como la nuestra, la reglamentación en torno al uso de recursos naturales, la disposición de desechos y la mitigación de impactos debe estar caracterizada, en principio, por conceptos claros para, a partir de allí, erigir estructuras legislativas que tengan en cuenta el bienestar social, siendo el uso del lenguaje contable una opción privilegiada.