No sabes quién eres. El problema del conocimiento en las Bacantes de Eurípides
Se propone una lectura filosófica del problema del conocimiento en las Bacantes de Eurípides. Teniendo en cuenta que se encuentra enmarcada en el contexto de representación de la Tragedia griega y que es una obra dramática, se analizará cómo se despliega esa problemática en el desarrollo de la acció...
- Autores:
- Tipo de recurso:
- masterThesis
- Fecha de publicación:
- 2017
- Institución:
- Pontificia Universidad Javeriana
- Repositorio:
- Repositorio Universidad Javeriana
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repository.javeriana.edu.co:10554/38408
- Palabra clave:
- Bacantes
Eurípides
Conocimiento
Autoconocimiento
Tragedia
Bacchae
Euripides
Knowledge
Self-knowledge
Tragedy
Maestría en filosofía - Tesis y disertaciones académicas
Eurípides, 480-460 a.C. - Crítica e interpretación
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional
Summary: | Se propone una lectura filosófica del problema del conocimiento en las Bacantes de Eurípides. Teniendo en cuenta que se encuentra enmarcada en el contexto de representación de la Tragedia griega y que es una obra dramática, se analizará cómo se despliega esa problemática en el desarrollo de la acción. El problema del conocimiento está relacionado con la proximidad de los personajes con el dios, es decir, implica cierto tipo de piedad, así como una forma de conocerse a sí mismo. Por tanto, cada personaje muestra una forma diferente de relacionarse con el dios Dionisio. Por un lado se encuentra la adoración extática representada por las mismas bacantes del coro así como por la reina madre, Ágave. Sin embargo, este éxtasis puede ser perjudicial como lo demuestra el crimen de Ágave. Por otro lado, nos encontramos con la aproximación racional al dios, inspirada en las corrientes filosóficas y sofísticas contemporáneas a Eurípides, la cual se encarna en el profeta Tiresias y Cadmo. Esta igualmente es insuficiente pues Cadmo también recibirá el castigo de Dionisio. Finalmente, el joven rey Penteo es el doble y opuesto al dios, y su ignorancia de sí mismo así como de lo divino lo lleva a la desintegración de su individualidad. La tragedia se cierra con un final aporético en donde los medios humanos son insuficientes para aprehender lo divino en su totalidad por lo que será tarea del lector o espectador saber lidiar de la mejor manera posible con las potencias báquicas dentro de sí. |
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