Trabajo y vida de la mente en Marx

Los estudios que se han realizado sobre la mente se caracterizan, en general, por trabajar sobre modelos exclusivamente fisiológicos, o basados en la inteligencia artificial. Las investigaciones realizadas por Marx han partido del trabajo como la actividad en la que se produce el ser humano, en la q...

Full description

Autores:
Tipo de recurso:
masterThesis
Fecha de publicación:
2011
Institución:
Pontificia Universidad Javeriana
Repositorio:
Repositorio Universidad Javeriana
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.javeriana.edu.co:10554/6234
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/10554/6234
https://doi.org/10.11144/Javeriana.10554.6234
Palabra clave:
Marx, Karl
Marxismo
Filosofía marxista
Maestría en filosofía - Tesis y disertaciones académicas
Marx, Karl, 1818-1883 - Crítica e interpretación
Marxismo - Historia y crítica
Filosofía marxista
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional
Description
Summary:Los estudios que se han realizado sobre la mente se caracterizan, en general, por trabajar sobre modelos exclusivamente fisiológicos, o basados en la inteligencia artificial. Las investigaciones realizadas por Marx han partido del trabajo como la actividad en la que se produce el ser humano, en la que se desarrollan sus fuerzas comprendidas como órganos de su individualidad, entre ellos los sentidos, la conciencia, el lenguaje y el pensamiento. En la praxis que se realiza sobre la naturaleza, con otros, con unas herramientas especiales y en un modo de producción está originándose la vida de la mente. Las llamadas filosofías de la mente que hacen abstracción de los procesos en los que se desarrolla lo humano no pueden tener un conocimiento pleno de la vida de la mente porque la separan de las condiciones reales en las que esta surge. En el modo de producción capitalista, la vida de la mente está condicionada por la acumulación del capital y la experiencia del trabajo es el de una actividad monótona, repetitiva, rutinaria, en la que las fuerzas humanas están limitadas a la producción de mercancías, objetos que no expresan la vida creativa de la mente sino las necesidades del mercado. Además, la división del trabajo condiciona las posibilidades del despliegue de la vitalidad. Sólo la sociedad de los trabajadores libremente organizados puede superar positivamente la propiedad privada y dar origen a una sociedad en la que los órganos de la individualidad puedan desarrollar sus fuerzas. El arte es un modelo del trabajo que supera las condiciones de enajenación.