Barroco Criollo Y Neobarroco: Dos especies latinoamericanas

América se afirma en un Barroquismo desde antes del Barroco europeo e incluso por mucho tiempo después. Una serie de características del arte pre-hispánico coinciden con el Barroco como estilo de época y como espíritu: ruptura del equilibrio y la armonía, movimiento, profusión de contrastes, ritmo t...

Full description

Autores:
Tipo de recurso:
article
Fecha de publicación:
2004
Institución:
Pontificia Universidad Javeriana
Repositorio:
Repositorio Universidad Javeriana
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.javeriana.edu.co:10554/29187
Acceso en línea:
http://revistas.javeriana.edu.co/index.php/univhumanistica/article/view/10201
http://hdl.handle.net/10554/29187
Palabra clave:
null
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional
Description
Summary:América se afirma en un Barroquismo desde antes del Barroco europeo e incluso por mucho tiempo después. Una serie de características del arte pre-hispánico coinciden con el Barroco como estilo de época y como espíritu: ruptura del equilibrio y la armonía, movimiento, profusión de contrastes, ritmo tenso, integración del mundo a dimensiones divinas, etc. Henríquez Ureña señala que Latinoamérica persiste en tal forma cuando España la abandona y José Juan Arrom reafirma esta idea al referirse a cinco generaciones Barrocas entre finales del siglo XVI y la primera mitad del siglo XVIII Ahora bien, aunque el Barroco colonial tuvo una valoración positiva desde el mismo siglo XVII en el Apologético de Luis de Espinosa y Medrano, la revaloración moderna empieza con Pedro Henríquez Ureña, quien ubica a Bernardo de Balbuena como el iniciador oficial del Ba­rroco criollo al refundir en síntesis nueva el Culteranismo y Conceptismo españoles.