El hombre como doble oscuro de Dios. El encuentro entre Schelling y Freud

En el presente texto queremos examinar la relación entre el idealismo schellingniano y el psicoanálisis de Freud y Lacan a partir de la consideración de la pregunta por el origen del mal en el mundo, en cuanto lado oscuro de la naturaleza, lo humano y lo divino. Para dar cuenta de la prolongación de...

Full description

Autores:
Tipo de recurso:
masterThesis
Fecha de publicación:
2019
Institución:
Pontificia Universidad Javeriana
Repositorio:
Repositorio Universidad Javeriana
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.javeriana.edu.co:10554/45337
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/10554/45337
https://doi.org/10.11144/Javeriana.10554.45337
Palabra clave:
Schelling
Freud
Lacan
Marquard
Mal
Descarga
Doble
Doppelgänger
Schelling
Freud
Lacan
Marquard
Evil
Discharge
Double
Doppelgänger.
Maestría en filosofía - Tesis y disertaciones académicas
Bien y mal
Idealismo
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional
Description
Summary:En el presente texto queremos examinar la relación entre el idealismo schellingniano y el psicoanálisis de Freud y Lacan a partir de la consideración de la pregunta por el origen del mal en el mundo, en cuanto lado oscuro de la naturaleza, lo humano y lo divino. Para dar cuenta de la prolongación del idealismo schellingniano en las elaboraciones psicoanalíticas, se hace uso de las nociones marquardianas de “descarga” y “duplicación”, en un diálogo directo con los desarrollos lacanianos en torno al estadio del espejo. El aspecto central de lo que aquí se trabaja es pues la necesidad de elevar de forma intempestiva el espejo a un estadio divino. Tal como el hombre suele descargar en un doble el peso insoportable de la responsabilidad frente al mal que produce o al que se ve seducido, Dios hace lo propio en un movimiento primordial: ante el espejo, Dios posibilita la existencia de un reflejo invertido de sí que, de forma siniestra, somos nosotros en total libertad. En este sentido, afirmamos que el Hombre es el doble oscuro de Dios y nuestra libertad es entonces una capacidad para el bien y para el mal, tal como lo señala Schelling en 1809.