Wim Wenders de nuevo "en el camino"

El festival Cinematogáfico de Cannes significa par el cine europeo lo que los premios Oscar para el cine norteamericano. Y aunque Cannes se acerca a veces peligrosamente a los atractivos del mercantilismo y a los caprichos de la industria, los criterios de este festival a la hora de la elección de p...

Full description

Autores:
Tipo de recurso:
article
Fecha de publicación:
1991
Institución:
Pontificia Universidad Javeriana
Repositorio:
Repositorio Universidad Javeriana
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.javeriana.edu.co:10554/28233
Acceso en línea:
http://revistas.javeriana.edu.co/index.php/signoypensamiento/article/view/3480
http://hdl.handle.net/10554/28233
Palabra clave:
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Festival; Cannes; Cinematográfico; Wenders; Cine Alemán; Película;
null
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional
Description
Summary:El festival Cinematogáfico de Cannes significa par el cine europeo lo que los premios Oscar para el cine norteamericano. Y aunque Cannes se acerca a veces peligrosamente a los atractivos del mercantilismo y a los caprichos de la industria, los criterios de este festival a la hora de la elección de películas y de los premios constituyen un perfecto reflejo de lo que en la práctica es la diferencia en las cinematografías del viejo Mundo y la de Hollywood. Aun hoy Cannes sigue premiando a los grandes del cine llamado de “autor”. Si en los anteriores los favorecidos con la Palma de Oro han sido personajes como la Imamura, Bresson, Fellini, Gavras o Skoliomowsky, este año ha sido otro grande de la cinematografía europea, Wim Wenders. A pocos se les puede aplicar con tanta propiedad como a él, el titulo de autor, por lo que hay de profunda coincidencia entre su obra y su vida, sus experiencias existenciales, su cosmovisión y sobre todo con su forma de sentir y de ver. Wenders es un nombre que resulta familiar a los cinéfilos colombianos gracias a los canales culturales y diplomáticos de distribución, ya que comercialmente se ha traído muy poco de su filmografía, que no es precisamente escasa a pesar de su edad, 39 años. Otros índice más de la pobreza de la cartelera cinematográfica de nuestro país. Wenders hace parte de los que se conoce como El nuevo Cine Alemán, que en realidad no es tan nuevo, puesto que surgió oficialmente a partir del manifiesto de Oberhaussen de 1962, en el cual una serie de jóvenes realizadores deciden redactar su sentir sobre la decadente cinematografía alemana y proponen por un cine novedoso, diferente, internacionalista audaz, vinculado al “ser” germano y que tenga la capacidad de recuperar para si las pantallas invadidas por el cine hollywoodense. Entre los firmantes de este celebre manifiestoaparecen los nombres de Rainer Fassbinder, Volker Schlondof, Wemer Herzog y por supuesto Wim Wenders. Toda una galería de genios que consientes de sus capacidades se atreven a desafiar el futuro de una cinematografía que había estancado en recuerdos de glorias pasadas como la que constituyó el expresionismo de la década de veinte, escuela a la que por cierto los nuevos cineastas le han dedicado más de un homenaje en algunas oportunidades incluso irreverente.