Las vanguardias estéticas y la posmodernidad

Este ensayo aborda los paradigmas estéticos, políticos y culturales con los cuales las Vanguardias entraron al escenario de la cultura europea a principios del siglo XX: su gran pasión por el cambio, la necesidad de renovación, la transitoriedad de un orden a otro y su heroísmo histórico. Hijas del...

Full description

Autores:
Tipo de recurso:
article
Fecha de publicación:
2004
Institución:
Pontificia Universidad Javeriana
Repositorio:
Repositorio Universidad Javeriana
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.javeriana.edu.co:10554/29364
Acceso en línea:
http://revistas.javeriana.edu.co/index.php/univhumanistica/article/view/9786
http://hdl.handle.net/10554/29364
Palabra clave:
Vanguardias estéticas; Modernidad y Posmodernidad; Surrealismo; Futurismo; Cubismo; Dadaísmo; Trans-vanguardias; Industrias culturales
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional
Description
Summary:Este ensayo aborda los paradigmas estéticos, políticos y culturales con los cuales las Vanguardias entraron al escenario de la cultura europea a principios del siglo XX: su gran pasión por el cambio, la necesidad de renovación, la transitoriedad de un orden a otro y su heroísmo histórico. Hijas del espíritu crítico moderno; aferradas a la confianza que impulsó la Fenomenología de la Esperanza en el futuro, las vanguardias estéticas se observan aquí como un proceso donde el afán por lo diferente y lo novedoso impactó en los mecanismos de ciertas lógicas tradicionales del pensamiento de occidente. Sin embargo, este desarrollo de la protesta vanguardista, fue digerido en las últimas cuatro décadas del siglo XX por las manifestaciones mediáticas y las industrias culturales. Múltiples sucesos han puesto en cuestión sus planteamientos utópicos. Conocemos las crisis de las ideologías al final del siglo XX; sentimos el abismo dejado por la caída de los grandes Relatos modernos. Para muchos estas utopías han muerto, pues sus valores estético-políticos se han legitimado y reproducen el orden del establishment. Neoconservadora, hoy la vanguardia es víctima de las burocracias que tanto combatió, de las tecnocracias y del mercado internacional que la explota como mercancía exótica de un pasado mesiánico y genuino. Su trascendencia, reflexión, ruptura, pulsión crítica, la fe en el triunfo por la libertad, han decaído.