Para una estética de la presencia: cuerpo y sentido en “Lights in the City”, de Alfredo Jaar
El propósito de este artículo gira en torno a la relación que se puede establecer entre la creación artística y el gesto estético del creador. En términos particulares, el artista chileno Alfredo Jaar propuso para Montreal la obra Lights in the City (1999) como la presentación de una impronta estéti...
- Autores:
- Tipo de recurso:
- article
- Fecha de publicación:
- 2017
- Institución:
- Pontificia Universidad Javeriana
- Repositorio:
- Repositorio Universidad Javeriana
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repository.javeriana.edu.co:10554/24385
- Acceso en línea:
- http://revistas.javeriana.edu.co/index.php/cma/article/view/16877
http://hdl.handle.net/10554/24385
- Palabra clave:
- Rights
- openAccess
- License
- Derechos de autor 2017 Jorge Ferrada Sullivan
Summary: | El propósito de este artículo gira en torno a la relación que se puede establecer entre la creación artística y el gesto estético del creador. En términos particulares, el artista chileno Alfredo Jaar propuso para Montreal la obra Lights in the City (1999) como la presentación de una impronta estético-política al vincular en un espacio arquitectónico emblemático la instalación de la luminosidad de la obra con un cuerpo marginal de la sociedad canadiense. Este gesto del artista se transforma en una práctica de enunciación como recurso de mediación entre los signos de la instalación y el espectador. Dicha obra, se ubica sobre la cúpula del Mercado Bonsecours (Marché Bonsecours). Este corresponde a un viejo edificio en la ciudad de Montreal que sufrió históricamente reiterados incendios y simultáneos deterioros por su desamparo arquitectónico. Lo interesante de esta instalación es que además se prolonga 100 m más allá del monumento como tal. En ese espacio a distancia, se encuentra una serie de hospederías para todos aquellos hombres de la marginalidad que el Estado canadiense mantiene “velados” en dicha ciudad. Montreal es una de las ciudades más privilegiadas del desarrollo capitalista norteamericano y una de las ciudades más prósperas y bellas del continente. Para Jaar, la elección del lugar no significa cualquier lugar, sino el espacio de ese ahí-lugar, donde la acción estética sería impensada como gesto político. Bajo una revisión bibliográfica —hermenéutica y explicativa— se vincula una serie de supuestos filosóficos y estéticos que permiten tensionar las maneras clásicas de abordar una obra de estas magnitudes, valorando finalmente el rol del arte como manifestación y presentación sensible de la realidad. |
---|