El maestro de la elegía: un poeta ignorado

De constitución débil, enfermizo, pálido, vanidosamente elegante en el vestir y en el andar, cuidadoso de la presentación personal, sensitivo en extremo, dominado por la melancolía, nace en una provincia, a unos doscientos kilómetros de la capital. De familia acomodada, desde la infancia le sigue de...

Full description

Autores:
Briceño Jauregui S. J., Manuel
Tipo de recurso:
Article of journal
Fecha de publicación:
1979
Institución:
Pontificia Universidad Javeriana
Repositorio:
Repositorio Universidad Javeriana
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.javeriana.edu.co:10554/29852
Acceso en línea:
http://revistas.javeriana.edu.co/index.php/univhumanistica/article/view/10483
http://hdl.handle.net/10554/29852
Palabra clave:
null
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional
Description
Summary:De constitución débil, enfermizo, pálido, vanidosamente elegante en el vestir y en el andar, cuidadoso de la presentación personal, sensitivo en extremo, dominado por la melancolía, nace en una provincia, a unos doscientos kilómetros de la capital. De familia acomodada, desde la infancia le sigue de cerca el infortunio. Muy pronto pierde a su padre (1). A raíz de la guerra civil sus propiedades —donde muchos bueyes roturan los campos— (2) son confiscadas (3). De la opulencia es reducido a una relativa indigencia. El descontento general, las expropiaciones, el malestar provocan nueva insurrección que privan al poeta de amigos y familiares, asesinados por los bandoleros al intentar aquellos desertar de las filas legitimistas. La pérdida del patrimonio, sin embargo, no impide que su madre le proporcione educación esmerada. Niño todavía abandona la provincia y es traído a la capital, donde se muestra con el tiempo virilmente garbo­so y libre (4). Sigue la carrera de la jurisprudencia que, en esos tiempos tumultuosos, es la única profesión de porvenir que hallan los jóvenes. Mas la afición real del bardo son las letras (5).