Toxoplasmosis en sistema nervioso central: revisión sobre la patología, abordaje diagnóstico y tratamiento

La toxoplasmosis es una de las infecciones más comunes en humanos. Debido a la prevalencia de la coinfección con VIH, conlleva un alto impacto en los sistemas de salud. Los seres humanos pueden infectarse de toxoplasma al consumir carne mal cocinada de cordero o cerdo que contenga los quistes tisula...

Full description

Autores:
Pantoja-Ruiz, Camila
Martinez, Andrea
Ferreirós, Alexandra
Millan, Sonia
Coral Casas, Elza Juliana
Tipo de recurso:
Review article
Fecha de publicación:
2021
Institución:
Pontificia Universidad Javeriana
Repositorio:
Repositorio Universidad Javeriana
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.javeriana.edu.co:10554/62380
Acceso en línea:
https://acnweb.org/es/acta-neurologica/volumen-37-no-1-supl-neuroinfecciones/2065-toxoplasmosis-en-sistema-nervioso-central-revision-sobre-la-patologia-abordaje-diagnostico-y-tratamiento.html
http://hdl.handle.net/10554/62380
https://doi.org/10.22379/24224022346
Palabra clave:
Toxoplasmosis
Toxoplasma gondii
Infecciones oportunistas
VIH
SIDA (DeCS)
Toxoplasmosis
Toxoplasma gondii
Opportunistic infections
HIV
AID (MeSH)
Rights
License
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional
Description
Summary:La toxoplasmosis es una de las infecciones más comunes en humanos. Debido a la prevalencia de la coinfección con VIH, conlleva un alto impacto en los sistemas de salud. Los seres humanos pueden infectarse de toxoplasma al consumir carne mal cocinada de cordero o cerdo que contenga los quistes tisulares, o al consumir agua o alimentos contaminados con heces de gatos. Una vez presente en el humano, el T. gondii se multiplica en los enterocitos y se disemina por el torrente sanguíneo o linfático, parasitando las células musculares, de la retina y frecuentemente el sistema nervioso central. La técnica más usada para la detección de IgG o IgM contra toxoplasma es la técnica de Elisa. Los anticuerpos IgG pueden estar elevados sin tener una infección activa, por lo que el diagnóstico con IgM y posteriormente con test de avidez es fundamental. El líquido cefalorraquídeo muestra pleocitosis leve e hiperproteinorraquia. Las neuroimágenes son de alta utilidad, ya que usualmente la punción lumbar puede estar contraindicada por lesiones que producen efecto de masa. Idealmente, los pacientes deben ser valorados con resonancia magnética en la que típicamente se observan lesiones eccéntricas en ganglios basales con realce en anillo, posteriormente a la aplicación de contraste. Se debe considerar el linfoma del sistema nervioso central como diagnóstico diferencial. El tratamiento suele iniciarse de manera empírica con pirimetamina, sulfadiazina y ácido folínico, con evaluación de la mejoría imagenológica a los 10-14 días. Si no se encuentra disponible, es posible el tratamiento con trimetoprin-sulfametoxazol. El inicio temprano del tratamiento antibiótico es fundamental para el buen pronóstico; en cuatro meses se observa recuperación neurológica completa en menos del 20% de los casos y a los tres años de seguimiento en aproximadamente el 30% de los pacientes.