Nulidad relativa por reticencia y prueba del contrato de seguro

Al observar el último inciso del artículo 1058 de Código de Comercio resulta importante analizar, cuál es el alcance de la obligación de conocer el real estado del riesgo, pues, aunque la aseguradora debe obrar con alto grado de diligencia profesional, también es necesario resaltar, el postulado de...

Full description

Autores:
Mejía Gómez, Henry Esteban
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2017
Institución:
Pontificia Universidad Javeriana
Repositorio:
Repositorio Universidad Javeriana
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.javeriana.edu.co:10554/43834
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/10554/43834
Palabra clave:
Seguro
Reticencia
Prueba del contrato
Verificación del estado del riesgo
Nulidad relativa
Insurance
Reluctance
Relative Nullity
Proof of the contract
Verification of the rísk status
Especialización en derecho de seguros - Tesis y disertaciones académicas
Riesgos (Seguros)
Seguros
Nulidad (Derecho)
Rights
openAccess
License
Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional
Description
Summary:Al observar el último inciso del artículo 1058 de Código de Comercio resulta importante analizar, cuál es el alcance de la obligación de conocer el real estado del riesgo, pues, aunque la aseguradora debe obrar con alto grado de diligencia profesional, también es necesario resaltar, el postulado de la ubérrima buena fe aplicable al contrato de seguros. Por ello es importante establecer hasta dónde debe llegar la obligación de la aseguradora de obrar con diligencia, si se contrapone con la obligación que también le asiste al tomador, de obrar de buena fe, específicamente en la declaración de asegurabilidad. Al respecto se puede concluir, que existe el deber por parte del tomador de informar sinceramente el estado del riesgo y que la carga de diligencia del asegurador apunta a un deber de buscar información sobre el estado del riesgo, pero en la medida de lo posible y de las circunstancias que rodea cada asunto, y sin hacer mucho más cuantioso y dispendiosa la actividad aseguraticia, sin que se pueda justificar en ningún momento las falsas declaraciones. En cuanto a la prueba del contrato de seguro, es posible acreditar la existencia del mismo mediante un documento en el que se adviertan sus elementos esenciales (el interés asegurable, el riesgo asegurable, la prima o pago del seguro y la obligación condicional del asegurado), pero sus condiciones pueden ser demostradas con cualquier medio de prueba idóneo, sin limitarse al escrito o a la confesión.