Experiencias femeninas en la selva del Vaupés. Recuperación de prácticas y memorias del cuidado para sanar los cuerpos violentados de las mujeres de Wacará.
Fue cuando la canoa se puso río abajo que sentí que realmente me iba a enfrentar a la selva. Me preocupaban muchas cosas, de esas que tienen que ver con ser una mujer que hace trabajo de campo en un lugar que, desde donde suelo situarme, desde Cali o desde mi pueblo en el Valle, parece remoto. El pl...
- Autores:
-
Otálvaro Salazar, Maria Camila
- Tipo de recurso:
- Trabajo de grado de pregrado
- Fecha de publicación:
- 2021
- Institución:
- Universidad ICESI
- Repositorio:
- Repositorio ICESI
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repository.icesi.edu.co:10906/92980
- Acceso en línea:
- http://repository.icesi.edu.co/biblioteca_digital/handle/10906/92980
http://biblioteca2.icesi.edu.co/cgi-olib?oid=328584
- Palabra clave:
- Etnografía
Cuerpo femenino
Experiencia
Violencia contra la mujer - Colombia
Salud ginecológica
Vaupés (Colombia)
Trabajos de grado
Antropología
Departamento de Estudios Sociales
- Rights
- License
- https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/
Summary: | Fue cuando la canoa se puso río abajo que sentí que realmente me iba a enfrentar a la selva. Me preocupaban muchas cosas, de esas que tienen que ver con ser una mujer que hace trabajo de campo en un lugar que, desde donde suelo situarme, desde Cali o desde mi pueblo en el Valle, parece remoto. El plan inicial era que mis tres compañeras y yo nos íbamos a encontrar en Mitú con los dos profes que han sido nuestras guías en el trabajo con Fundación Tinigua1, donde soy voluntaria desde hace un tiempo2, y quienes se hallaban en otro poblado mucho más lejano desde hace unas semanas; desde ahí íbamos a bajar todas juntas hacia Wacará. El plan, recordando la facilidad con la que se frustran los cronogramas, se malogró. Una semana antes nos contactaron Katherine y Ricardo, les profes, para decirnos que les había dado Covid mientras hacían trabajo de campo, que Ricardo se puso muy mal por la deshidratación que implicaba hacer trabajo de campo en la selva -se reducen las comidas debido a la dificultad para conseguir alimento, a veces hasta a una- y por los síntomas del virus. Les había tocado evacuar el lugar, rogando porque alguno de los pilotos que llegaban hasta allí una vez a la semana les diera salida a Mitú. Creí entonces que una vez más mi trabajo de campo iba a ser un fracaso, llevaba un año intentando ir a la selva sin éxito debido a la contingencia sanitaria global. Pero, con mis compañeras decidimos tomar el riesgo; empacamos un botiquín de primeros auxilios dotado de muchas papeletas de suero y tomamos el vuelo Bogotá-Mitú. Nos aventuramos a los peligros de la enfermedad, a la violencia múltiple a la que estamos expuestas por ser mujeres, y a la fatiga de la vida en la selva. |
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