El mal radical y la banalidad del mal: las dos caras del horror de los regímenes totalitarios desde la perspectiva de Hannah Arendt

El propósito de este artículo es analizar las nociones arendtianas del "mal radical" y "la banalidad del mal" con sus respectivas relaciones. Arendt describe el terror como la esencia del régimen totalitario. Este terror difiere de otros casos familiares como el terror revolucion...

Full description

Autores:
Leal Granobles, Yuliana
Botero, Adolfo Jerónimo
Tipo de recurso:
Article of investigation
Fecha de publicación:
2013
Institución:
Universidad ICESI
Repositorio:
Repositorio ICESI
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.icesi.edu.co:10906/78390
Acceso en línea:
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-53232013000100005&lng=en&nrm=iso&tlng=es
http://revistas.javeriana.edu.co/index.php/vniphilosophica/article/view/10784/8883
http://hdl.handle.net/10906/78390
Palabra clave:
Ciencia política
Political Science
Totalitarismo
Totalitarianism
Arendt, Hannah, 1906-1975
Mal radical
Radical evil
Banalidad del mal
Banality of evil
Terror
Irreflexión
Thoughtlessness
Pensamiento político
Political thought
Rights
openAccess
License
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/
Description
Summary:El propósito de este artículo es analizar las nociones arendtianas del "mal radical" y "la banalidad del mal" con sus respectivas relaciones. Arendt describe el terror como la esencia del régimen totalitario. Este terror difiere de otros casos familiares como el terror revolucionario o el terror tiránico en que éste no es, en realidad, un medio en absoluto sino, más bien, un proceso sin un fin. Su meta era revelar la abrupta superfluidad de los seres humanos; mostrar que no hay ningún límite inherente al poder de deshumanizar a los individuos. Arendt introduce la noción de "mal radical" para describir los crímenes atroces de los regímenes totalitarios. Pero ella pasa de la idea del "mal radical" a la noción controversial de "la banalidad del mal". Esta noción se le ocurrió en su cubrimiento del juicio de Adolf Eichmann en Jerusalén para The New Yorker. Arendt describe con la noción de "la banalidad del mal" el agente burocrático que realiza actos atroces sin la presencia de algún motivo maligno o fervor ideológico