Trabajo y alienación: el cambio en las formas y la permanencia de un sistema
La reflexión en torno al trabajo ocupa un lugar muy destacado en la sociología. Ya en el siglo XIX Marx se preocupó ampliamente por esta cuestión. Sus reflexiones serán el punto de partida para este breve ensayo que intenta exponer algunas consideraciones acerca de la situación del trabajo en las so...
- Autores:
-
Van Der Huck Arias, Felipe
- Tipo de recurso:
- Article of investigation
- Fecha de publicación:
- 2001
- Institución:
- Universidad ICESI
- Repositorio:
- Repositorio ICESI
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repository.icesi.edu.co:10906/80016
- Acceso en línea:
- http://www.galeon.com/grupogest/articulos/art0008.htm
http://hdl.handle.net/10906/80016
- Palabra clave:
- Sociología
Ciencias sociales
Social sciences
Trabajo
Organización del trabajo
Empleo - Aspectos sociales - Colombia
Situacion social
- Rights
- openAccess
- License
- https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/
Summary: | La reflexión en torno al trabajo ocupa un lugar muy destacado en la sociología. Ya en el siglo XIX Marx se preocupó ampliamente por esta cuestión. Sus reflexiones serán el punto de partida para este breve ensayo que intenta exponer algunas consideraciones acerca de la situación del trabajo en las sociedades contemporáneas. Podríamos comenzar señalando que, para Marx, una de las características del capitalismo moderno consistía en su “horizonte mundial”. Esta idea queda ya consignada en El manifiesto comunista, libro escrito hace poco más de 150 años. El carácter global del capitalismo, su “textura cosmopolita”, posibilitó el despliegue de lo que Marshall Berman llama “la primera cultura global que existió”[1]. Marx la llamó “literatura mundial”, en una época en que los medios de comunicación empezaban a desarrollarse. Así, el desarrollo de una cultura mundial estuvo emparentado con el desarrollo de un mercado mundial, lo que significó también, entre muchas otras cosas, la “expansión de las necesidades humanas”. Esta expansión, vigente hasta nuestros días, plantea la cuestión de la cultura como “propiedad común”[2]. Según Berman, “se trata de una visión de la cultura rara vez discutida, pero es una de las cosas más amplias y esperanzadoras que escribió Marx”[3]. Para el auto, “como una forma de “propiedad común”, la cultura moderna nos ayuda a imaginar cómo la gente de todo el mundo podría compartir algún día todos los recursos mundiales”[4]. |
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