Opresión y representación de lo femenino. Apuntes sobre la capacidad de agencia y la fortuna moral

El presente escrito surge en el contexto de una investigación sobre las posibilidades de la agencia humana1 . En el camino seguido por dicha investigación, a su vez, se ha terminado por seguir las huellas trazadas por tres conceptos cuyas conexiones se han revelado como fundamentales en cuanto al ob...

Full description

Autores:
Tipo de recurso:
Fecha de publicación:
2008
Institución:
Universidad del Rosario
Repositorio:
Repositorio EdocUR - U. Rosario
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.urosario.edu.co:10336/29906
Acceso en línea:
https://repository.urosario.edu.co/handle/10336/29906
Palabra clave:
Opresión
Representación de lo femenino
Capacidad de agencia
Fortuna moral
Racionalidad
Rights
License
Abierto (Texto Completo)
Description
Summary:El presente escrito surge en el contexto de una investigación sobre las posibilidades de la agencia humana1 . En el camino seguido por dicha investigación, a su vez, se ha terminado por seguir las huellas trazadas por tres conceptos cuyas conexiones se han revelado como fundamentales en cuanto al objetivo de plasmar un modelo plausible del agente humano que delibera y toma decisiones moral y/o políticamente relevantes. A saber: las nociones de representación, opresión y fortuna moral. La articulación de estos conceptos y de las relaciones que pueden unirles, se convierte en una tarea difícil pero también, y por ello mismo, necesaria, dada la pertinaz presencia del obstáculo impuesto por nuestra autoimagen como cultura occidental moderna. De este modo, el hacernos concientes de la carga histórica e ideológica de dicha autoimagen, trae consecuencias importantes para el intento de modelar (lo más acertada u honestamente que se pueda) a los agentes morales y/o políticos, al tipo de experiencias que les caracterizan como tales, y a los peligros que pueden frustrar el ejercicio de su capacidad de agencia. Y ello se debe, en gran parte, al hecho de que una de esas experiencias es, precisamente, aquella que acaso resulte más difícil de definir, de poner en palabras, y de hacer conciente, tanto por parte quien la sufre, como por parte de quien la hace sufrir a otro(s): la opresión2 . En especial, aquella forma de opresión consistente en la imposibilidad de poder “relatarse a sí mismas”, por parte de las mujeres que viven en el contexto de sociedades patriarcales, como la nuestra. Esto último no sólo vale para el así llamado ámbito de “lo privado”, es decir, para aquellos espacios domésticos en los que se supone que las relaciones interpersonales no están mediadas por las leyes escritas en las constituciones políticas, ni en los códigos aplicados por el poder judicial ni, en general, por el poder del estado y de sus instituciones formales.