Opioides en dolor neuropático

El dolor neuropático ha sido definido como aquel iniciado o causado por una lesión primaria, o alteración en la función del sistema nervioso (Beydoun y Backonja, 2003; Niv y Devor, 2006). Se caracteriza por un cambio parcial o completo somatosensorial en un territorio anatómicamente definido, y por...

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Autores:
Tipo de recurso:
Fecha de publicación:
2009
Institución:
Universidad del Rosario
Repositorio:
Repositorio EdocUR - U. Rosario
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.urosario.edu.co:10336/29987
Acceso en línea:
https://repository.urosario.edu.co/handle/10336/29987
Palabra clave:
Dolor neuropático
Patología del sistema nervioso
Neuropatía
Efectividad
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Abierto (Texto Completo)
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Summary:El dolor neuropático ha sido definido como aquel iniciado o causado por una lesión primaria, o alteración en la función del sistema nervioso (Beydoun y Backonja, 2003; Niv y Devor, 2006). Se caracteriza por un cambio parcial o completo somatosensorial en un territorio anatómicamente definido, y por una patología del sistema nervioso central o periférico, con la paradoja de presentarse dolor e hipersensibilidad en una zona denervada, y a sus alrededores (Jensen y cols., 2001). Se trata, generalmente, de un síndrome doloroso crónico en el cual el factor generador del dolor se halla primariamente en cualquier sitio a lo largo del recorrido de las vías nociceptivas sin estimular, inicialmente, a los nociceptores, a diferencia de lo que sucede en el dolor de tipo nociceptivo (Dühmke y cols., 2005; Hernández y cols., 2005; Moreno y Hernández, 2006). El dolor neuropático es la consecuencia directa de una lesión o enfermedad que afecta el sistema somatosensorial (Treede y cols., 2007). Hasta 1993 se tenía la creencia de que los opioides no eran óptimos ni adecuados para aliviar el dolor neuropático; incluso se les consideraba peligrosos (Teng y Mekhail, 2003). La evidencia actual demuestra que son medicamentos eficaces y seguros y que quizás su único inconveniente es que se requieren, habitualmente, dosis más altas que las esperadas para el dolor de origen nociceptivo (Sindrup y Jensen, 1999; Sindrup y cols., 1999; Dellejmin, 1999; Raja y cols., 2002; Rowbotham y cols., 2003; Kalso y cols., 2004; Eisenberg y cols., 2005; Dühmke y cols., 2005; Berthelot, 2006; Niv y Devor, 2006).