Los que sobraban.Historia de la eutanasia social en la Alemania nazi, 1939-1945

Cuando los alemanes se refieren a la capitulación del 8 de mayo de 1945 hablan frecuentemente de la «hora cero». Así, los libros de texto nos enseñan que la derrota del Tercer Reich significaba el inicio de una nueva era democrática y capitalista para el oeste, y totalitaria y socialista para el est...

Full description

Autores:
Tipo de recurso:
Fecha de publicación:
2015
Institución:
Universidad del Rosario
Repositorio:
Repositorio EdocUR - U. Rosario
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.urosario.edu.co:10336/26312
Acceso en línea:
https://repository.urosario.edu.co/handle/10336/26312
Palabra clave:
El nuevo Estado socialista
Alemania oriental
Tercer Reich
Götz Aly
The New Socialist State
East Germany
Third Reich
Götz Aly
Rights
License
Abierto (Texto Completo)
Description
Summary:Cuando los alemanes se refieren a la capitulación del 8 de mayo de 1945 hablan frecuentemente de la «hora cero». Así, los libros de texto nos enseñan que la derrota del Tercer Reich significaba el inicio de una nueva era democrática y capitalista para el oeste, y totalitaria y socialista para el este. Como sabemos, ambos sistemas se dedicaron a construir ciertos imaginarios colectivos sobre el significado de la dictadura nazi, pero los dos interpretaron el año 1945 como la gran ruptura histórica. Por un lado, las élites de la Alemania oriental construyeron una tradición antifascista representada por la constante resistencia comunista desde los años veinte. El nuevo Estado socialista sería entonces el heredero legítimo de esta lucha noble, sin vínculos estructurales con el Tercer Reich. Las élites del oeste, por otro lado, aceptaron la herencia de la dictadura nazi, pero solo en la medida que quedaba claro que el pueblo habría sido seducido por «fuerzas oscuras». La «gente común» sí habría colaborado hasta cierto punto, aunque no en los peores crímenes, pero en general fueron engañados y deslumbrados por una ideología poderosa. Además, el mito de la «hora cero» implicaba que después de 1945 todos habrían tenido los mismos chances de movilidad social, ya que el dinero había perdido su valor. De todos modos, se les «olvidó» mencionar que muchos alemanes habían invertido sus ahorros en inmuebles u otros bienes materiales ya antes del fin de la guerra. En las primeras dos décadas de la RFA también se hizo caso omiso de las continuidades estructurales y personales en todos los ámbitos. Supuestamente, la campaña de «desnazificación» impuesta por los vencedores de la guerra habría solucionado el «problema». Finalmente, con el cambio generacional del 68 se debatió de manera más crítica la problemática de las continuidades, por lo menos en el oeste. Estudiantes radicales e intelectuales de izquierda eran los primeros en atacar la visión encubridora popularizada después de 1945. Uno de ellos fue el joven Götz Aly, en esa época estudiante de Ciencia Política en la Universidad Libre de Berlín y miembro de varios grupos comunistas, como las «Células Rojas». En la retórica ideologizada de la época, los discípulos de la izquierda revolucionaria querían mostrar que la RFA era nada más que la sucesora igualmente «fascista» del «Capitalismo Monopolista de Estado» organizado por Hitler. Desde entonces se han ofrecido varias explicaciones para la época, como las diferentes teorías del totalitarismo, en la tradición de Hannah Arendt; la tesis de la «singularidad del holocausto», que sostiene la «no-comparabilidad histórica» del genocidio por la forma centralizada y burocrática de su ejecución; la tesis del pueblo «seducido» por un pequeño grupo de demagogos versátiles en el manejo de la psicología colectiva; hasta la tesis de la «culpa colectiva», formulada en 1996 por Daniel Goldhagen.