Inquisición y censura en la Nueva Granada

Cuando se habla de Edad Media, una de las primeras instituciones que viene a la mente de las personas es la Inquisición, seguida de imágenes de brujas quemadas, hombres torturados e inquisidores con largas túnicas negras que miran impasibles mientras obtienen confesiones de los torturados. Sin embar...

Full description

Autores:
Tipo de recurso:
Fecha de publicación:
2015
Institución:
Universidad del Rosario
Repositorio:
Repositorio EdocUR - U. Rosario
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.urosario.edu.co:10336/37818
Acceso en línea:
https://doi.org/10.48713/10336_37818
https://repository.urosario.edu.co/handle/10336/37818
Palabra clave:
Historia de la iglesia, Colombia
Inquisición en Colombia, historia
Censura
Religión
History of the church, Colombia
Inquisition in Colombia, history
Censorship
Rights
License
Atribución-NoComercial-CompartirIgual 2.5 Colombia
Description
Summary:Cuando se habla de Edad Media, una de las primeras instituciones que viene a la mente de las personas es la Inquisición, seguida de imágenes de brujas quemadas, hombres torturados e inquisidores con largas túnicas negras que miran impasibles mientras obtienen confesiones de los torturados. Sin embargo, este organismo, que carga consigo esta oscura fama, fue determinante en la configuración social de Europa, durante los seis siglos de su existencia, y por consiguiente tuvo una gran influencia en la América Colonial también. La Inquisición es una institución que nace en el siglo XII y que se consolida en el siglo XIII, cuando el papa Gregorio IX funda formalmente un tribunal con el objetivo de derrotar las nacientes herejías en Europa, especialmente la cátara y la valdense, “cuyo nombre deriva del procedimiento inquisitorial que utilizan, (donde) la denuncia de una víctima ya no es necesaria para abrir un proceso, y el juez puede decidir por sí mismo si ha de hacer una investigación, con base en un rumor o una suposición. Y puesto que ya no hay denunciantes que justifiquen el proceso, será indispensable obtener la confesión del acusado, si es necesario mediante la tortura, lo cual se tiene por medio legítimo para descubrir la verdad. Es preciso señalar que la Inquisición no es por entonces más que un tribunal asumido por el obispo o que se confía a los frailes mendicantes, que está provisto de medios limitados y opera con relativa mesura contra los herejes (...) Se trata primordialmente de obtener una confesión y una retractación, que permita que el acusado sea reintegrado a la comunidad eclesial tras el cumplimiento de una penitencia; y es solamente en caso de obstinación o reincidencia que este será entregado al brazo secular para recibir su castigo” (Baschet, 2004).