Eventos adversos relacionados con catéter venoso periférico

Los catéteres venosos periféricos (CVP) constituyen una parte esencial del trabajo clínico y pieza fundamental para la mejoría de la clínica del paciente ya que son utilizados para administrar fluidos, nutrientes, fármacos o hemoderivados, (1) generándose complicaciones locales como hematoma, extrav...

Full description

Autores:
Bravo, Jennys
Caballero, Rosa
Charris, Alexandra
Ortega, Yuliany
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2018
Institución:
Universidad Cooperativa de Colombia
Repositorio:
Repositorio UCC
Idioma:
OAI Identifier:
oai:repository.ucc.edu.co:20.500.12494/5217
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/20.500.12494/5217
Palabra clave:
Seguridad del paciente
Flebitis
Infecciones relacionadas con catéteres
Catéteres
Obstrucción del catéter
Errores médicos
Rights
openAccess
License
Licencia CC
Description
Summary:Los catéteres venosos periféricos (CVP) constituyen una parte esencial del trabajo clínico y pieza fundamental para la mejoría de la clínica del paciente ya que son utilizados para administrar fluidos, nutrientes, fármacos o hemoderivados, (1) generándose complicaciones locales como hematoma, extravasación, obstrucción del catéter y flebitis; siendo esta última como la más común. Los eventos adversos relacionados con catéter venoso periférico ocurren por errores de procedimientos (2) y generan un gran impacto en la salud de las personas, en la práctica clínica que puede desembocar en complicaciones más graves que conducen al uso de antibióticos o a una posible intervención quirúrgica, prolongando así la estancia hospitalaria y los costes de la atención salud. (4) La cateterización venosa es casi un acto reflejo en la medicina hospitalaria actual.La mayoría de pacientes que acuden a un Servicio de Urgencias no se libran, como mínimo, de una venopunción o en la mayoría de casos de la colocación de una vía periférica aunque ésta sea transitoria. Diversos estudios de prevalencia cifran alrededor de un 70%, los pacientes ingresados que son portadores de algún tipo de catéter venoso (7). No es necesario enumerar las ventajas que supone disponer de un acceso vascular, en algunas ocasiones cuando la vía se utiliza sólo para administrar antitérmicos u otros medicamentos de similar eficacia tomados por vía oral; o cuando el catéter se inserta únicamente por una falsa sensación de seguridad, teniendo en cuenta algunos efectos secundarios del abuso de las vías incluidas las periféricas. En estudios de prevalencia, se ha observado que hasta un 38% de estas no son necesarias (8,9). Los CVP son habitualmente de corta duración, siendo su uso extraordinario más allá de una semana, como la duración de la cateterización está directamente relacionada con el riesgo de aparición de complicaciones infecciosas (10), no es de extrañar que catéter a catéter, el riesgo de infección con los CVP sea menor. Otra cosa es la aparición de signos clínicos de flebitis, mucho más frecuentes en los catéteres periféricos en relación a la irritación química sobre la pared de la vena que producen ciertas substancias administradas. Este riesgo es mayor cuanto menor es el trayecto y el calibre venoso, cosa que facilita el contacto de la perfusión con el endotelio vascular (11). Tradicionalmente esto se ha asociado al de aparición de una flebitis, cuando en realidad la mayoría de flebitis son por irritación química y no por infección(12), no obstante, la presencia de inflamación puede favorecer, si persiste, el desarrollo de una infección al facilitar la colonización bacteriana inicial. Además, muchos episodios de bacteriemia por CVP se producen sin datos locales de inflamación, observando prospectivamente 5.161 CVP insertados en 3.094 pacientes, detectan un 2,5% de episodios de flebitis y 3 bacteriemias (0,08%). Este riesgo varía según las condiciones de base del paciente. Establecen que el riesgo de flebitis es mayor alrededor del 2º- 3er día de inserción, permaneciendo estable posteriormente. En base a estos datos, los autores aconsejan recambiar las vías periféricas cada 48- 72 hora (13).Las complicaciones derivadas del uso de catéteres venosos periféricos a menudo no se tienen en consideración o se consideran como menores. Actualmente diversos estudios observacionales han puesto de manifiesto la importancia creciente de las vías periféricas como causa de bacteriemia nosocomial también abarcan que en algunos casos pueden condicionar una alta morbimortalidad. Se ha encontrado que el uso a corto plazo de catéteres periféricos está asociado con el riesgo de bacteriemia nosocomial, donde el Staphylococcus aureus se asocia principalmente con inserción de catéter periférico (5). En general, las complicaciones con el catéter venoso periférico se pueden presentar hasta en el 40% de los casos, siendo la complicación más frecuente la infiltración (14.4%) y la oclusión (13.4%). La complicación con mayor morbilidad es la trombosis, que va del 0% al 7% de los casos en la población pediátrica (6). Así, este estudio se justifica en la necesidad de tener una vigilancia de la ocurrencia de estos en los espacios de salud; en este contexto se propuso como objetivo de este trabajo, identificar en la literatura los factores relacionados con la ocurrencia de eventos adversos por catéter venoso periférico