Hay que plantearse la actividad profesional como un reto deportivo.
La ambición profesional es necesaria y conveniente porque no hay que hacer dejación de responsabilidades. Y así sería el no querer apuntar algo alto por comodidad, la prudencia es el fruto de la madurez necesaria, por conocer bien donde uno puede llegar, pero siempre hay que hacerse ilusiones de más...
- Autores:
-
Roig, Barto
Universidad Cooperativa de Colombia
- Tipo de recurso:
- Article of journal
- Fecha de publicación:
- 1990
- Institución:
- Universidad Cooperativa de Colombia
- Repositorio:
- Repositorio UCC
- Idioma:
- OAI Identifier:
- oai:repository.ucc.edu.co:20.500.12494/48249
- Acceso en línea:
- https://hdl.handle.net/20.500.12494/48249
- Palabra clave:
- Profesionales de la educación
Personal profesional
Calidad de la educación
Education professionals
Professional staff
Quality of education
- Rights
- openAccess
- License
- Atribución – No comercial
Summary: | La ambición profesional es necesaria y conveniente porque no hay que hacer dejación de responsabilidades. Y así sería el no querer apuntar algo alto por comodidad, la prudencia es el fruto de la madurez necesaria, por conocer bien donde uno puede llegar, pero siempre hay que hacerse ilusiones de más hay que plantearse la actividad profesional como un reto deportivo. Conviene enseguida arrancar de la ambición toda invasión de egoísmo, porque la autorrealización sin nada más, es una meta inalcanzable. La única forma de realizarse es apuntando hacia el “tú”. Por eso la familia es el lugar perfecto en el que se puede estar, y cuando se está en verdad en familia se está para los demás; en el proyecto profesional sucede algo parecido, aunque no tenga la primacía de la familia. Sabemos que la vida no tiene sentido si no está para algo, pero este algo deben volver enseguida a alguien, y este alguien no basta cuando solo se trata de uno mismo. El Mundo en creciente desarrollo en el que vivimos hace en ocasiones difícil la puesta en práctica de esta realidad vital con los inmensos anonimatos institucionales en los que uno se ve inmerso. Siempre corremos el peligro de entregar nuestra capacidad de entusiasmo heroico a la causa de una multinacional y creo que esto no es lo que se suele ambicionar. |
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