Estructuración del montaje de un centro gerontológico en la ciudad de Medellín.

Una constante preocupación de la humanidad a través de su historia, ha sido la búsqueda de la eterna juventud y de la inmortalidad. En la mitología griega se encuentran innumerables casos que corroboran esta afirmación, uno de los cuales es el Titón, esposo de Aurora, la diosa de la mañana encargada...

Full description

Autores:
Cano Posso, Ninfa Rocio
Díaz Montoya, Natalia
Flórez Gaviria, Migdonia
Mejía Ortíz, Carlos Mario
Zapata Loaiza, Dora Elena
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2000
Institución:
Universidad Cooperativa de Colombia
Repositorio:
Repositorio UCC
Idioma:
OAI Identifier:
oai:repository.ucc.edu.co:20.500.12494/1927
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/20.500.12494/1927
Palabra clave:
Asistencia a los ancianos
Centros gerontologpicos
Gerontología
Ancianos
Plan de mercadeo
Vejez
Estudios de factibilidad
Investigación de mercado
Organización adminittrativa
TG 2000 ADM 1927
Rights
closedAccess
License
http://purl.org/coar/access_right/c_14cb
Description
Summary:Una constante preocupación de la humanidad a través de su historia, ha sido la búsqueda de la eterna juventud y de la inmortalidad. En la mitología griega se encuentran innumerables casos que corroboran esta afirmación, uno de los cuales es el Titón, esposo de Aurora, la diosa de la mañana encargada de abrir al sol las puertas del oriente, quien solicitó a ésta que convenciera a Zeus para que éste le concediera la inmortalidad, pero olvidando pedirle que la mantuviera joven. El jefe de los dioses griegos le otorgó el pedido, pero consecuentemente, a medida que pasaban los años, Titón se encontraba más decrépito, se fue arrugando y encogiendo hasta tal punto que fue preciso acostarle en una cuna de mimbre. Su mujer, desesperada lo transformó en cigarra. Ya fuera del plano de las leyendas mitológicas fueron los alquimistas quienes trataron de obtener fórmulas para detener el ritmo de envejecimiento y alargar la vida. Hacia el año 1500 la ancianidad o la tercera edad era un privilegio concedido a muy pocos, se hablaba de personas que tenían más de 35 años pero no llegaban a 38, era realmente excepcional ver personas que pasaban de los 50 años, esto debido a que la ciencia no contaba con recursos suficientes para combatir las diferentes enfermedades que atacaban al hombre. A finales del siglo XIX con el descubrimiento de las hormonas creyó encontrarse el elemento biológico esencial para atacar el proceso de envejecimiento. El médico Serge Boronoff intentó rejuvenecer a sus pacientes transplantándoles testículos de chimpancé, sin obtener los resultados esperados. El descubrimiento de la penicilina en el año de 1928 por Alexander Fleming, da a la medicina una herramienta poderosa para combatir las enfermedades infectocontagiosas y por ende controlar la mortalidad dentro de la población. Los avances tecnológicos de la medicina, la salud pública y el saneamiento ambiental de los ingenieros sanitarios han hecho que en los últimos 60 años la gente de edad sea cada vez más numerosa. El cambio poblacional de éstos últimos años, fenómeno llamado transición demográfica muestra como se ha pasado de una alta población infantil y juvenil y una tasa de mortalidad grande dentro de la población adulta a una baja natalidad y un menor índice de mortalidad, lo que lleva a una concentración de personas de edad con una esperanza de vida más alta la cual está definida como los años posibles de vida de un individuo de nacer de acuerdo con la mortalidad de su sitio de vivienda y que en Colombia actualmente es de 70 años. Este incremento en la población vieja ha propiciado el nacimiento y realce a profesiones como la Gerontología que se esfuerza en la actualidad, por conseguir que la población viva los años que marca el “reloj biológico” de la forma más saludable y feliz posible, tratando no sólo de que el paciente geriátrico, si no la sociedad en pleno, tome conciencia de la importancia de éste hecho. Este aumento poblacional lleva a enfrentar una realidad como es la toma de conciencia hacia las necesidades y requerimientos básicos de la vejez. La atención de éstos, se da en la mayoría de los casos en centros que no cumplen con las exigencias legales y sanitarias exigidas por los organismos competentes. En la ciudad de Medellín, de los casi 70 centros de atención al viejo, sólo 8 cumplen con estos requisitos, según datos de la Dirección Seccional de Salud de Antioquia (DSSA). Los demás, a pesar de no llenar estas expectativas, continúan funcionando, ya que el ente municipal no cuenta con albergues propios ni recursos financieros suficientes para suministrarles una adecuada atención. Esta situación hace pensar en la necesidad de estructurar el montaje de un centro gerontológico en la ciudad de Medellín, que brinde un servicio óptimo y enmarcado dentro de la normatividad vigente.