Ciudad: ¿máscara civilizatoria?
Propósito: el artículo reflexiona en torno a la forma en que la ciudad, como expresión inacabada del proceso civilizatorio, al menos en Occidente, ha favorecido no solo la institucionalización de formas socioculturales, políticas y económicas para beneficio de la humanidad, sino que, a su turno, tam...
- Autores:
-
Segura-Gutiérrez, José Miguel
- Tipo de recurso:
- Article of journal
- Fecha de publicación:
- 2015
- Institución:
- Universidad Cooperativa de Colombia
- Repositorio:
- Repositorio UCC
- Idioma:
- spa
- OAI Identifier:
- oai:repository.ucc.edu.co:20.500.12494/11881
- Acceso en línea:
- https://revistas.ucc.edu.co/index.php/co/article/view/1126
https://hdl.handle.net/20.500.12494/11881
- Palabra clave:
- Rights
- openAccess
- License
- http://purl.org/coar/access_right/c_abf2
Summary: | Propósito: el artículo reflexiona en torno a la forma en que la ciudad, como expresión inacabada del proceso civilizatorio, al menos en Occidente, ha favorecido no solo la institucionalización de formas socioculturales, políticas y económicas para beneficio de la humanidad, sino que, a su turno, también ha provocado su malestar; tanto por el carácter egoísta que habita en los seres humanos, como por la búsqueda incesante de mejores condiciones de vida. Descripción: se muestra, desde la posición del ciudadano-persona, su fragilidad frente a ciertas formas de administración de la vida humana, que se emplazan desde espacios institucionales para subjetivar al sujeto y revelar de esa forma la compleja y problemática realidad social, subjetiva y cultural de aquellos que la habitan. Punto de vista: es desde la ciudad como espacio social donde es posible advertir las tensiones entre los diferentes individuos que la habitan, frente a las demarcaciones socioespaciales, de tiempo y consumo. Conclusiones: la vida humana que se desarrolla en la ciudad no es más que la teatralización de un proceso civilizatorio que, en su momento, estuvo colmado de buenas intenciones. La experiencia de vivir en la ciudad no solo es racional y económica, sino también sensorial y muy emotiva. |
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