Niveles de cociente intelectual asociados con la exposición crónica a fluoruros en niños escolares de nueve zonas de Colombia con alto riesgo de fluorosis dental
El Flúor ha sido utilizado en muchos países del mundo desde hace varios años para la prevención de la caries dental. En 1953 se inició la fluoruración del agua potable en Colombia, pero algunas dificultades de costo-efectividad del programa motivaron al cambio de vehículo, iniciándose en 1989 el pro...
- Autores:
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Flórez García, Sara
Giraldo Saldarriaga, Paula Andrea
Uribe Jaramillo, Víctor Hugo
- Tipo de recurso:
- Trabajo de grado de pregrado
- Fecha de publicación:
- 2016
- Institución:
- Universidad Cooperativa de Colombia
- Repositorio:
- Repositorio UCC
- Idioma:
- OAI Identifier:
- oai:repository.ucc.edu.co:20.500.12494/45068
- Acceso en línea:
- https://hdl.handle.net/20.500.12494/45068
- Palabra clave:
- Compuestos flúor
Flurósis dental
TG 2016 ODO 45068
- Rights
- closedAccess
- License
- NINGUNA
Summary: | El Flúor ha sido utilizado en muchos países del mundo desde hace varios años para la prevención de la caries dental. En 1953 se inició la fluoruración del agua potable en Colombia, pero algunas dificultades de costo-efectividad del programa motivaron al cambio de vehículo, iniciándose en 1989 el programa de fluoruración de la sal de consumo humano, el cual se ha mantenido con algunas dificultades para controlar las dosis óptimas en todas las marcas comerciales que existen en el mercado. Además desde 1970 llegan al país las pastas dentales con flúor y se implementan programas de enjuagues bucales con flúor en las escuelas continuando con el uso del flúor tópico en gel para la aplicación profesional en las lesiones de caries. Hoy en día es reconocido que el uso del flúor en cantidad adecuada se constituye en un importante factor en la disminución de la ocurrencia de caries dental desde tempranas edades, sin embargo, existe un problema de la sumatoria que se produce por las exposiciones a múltiples fuentes de fluoruros a la que tenemos contacto los seres humanos, mediante la ingesta diaria del agua y la sal fluorurada para el consumo1, bebidas como la leche, el té y el vino y alimentos como los pescados, algunos vegetales, cárnicos asados y frituras, además de los complementos usados por los odontólogos en el consultorio y los que aporta la ingesta accidental de las cremas dentales durante el cepillado1,2. Esto ocasiona una alta ingesta, y posterior absorción por encima de los niveles óptimos (0,05-0,07 mg F/Kg pc)1, la cual cuando se presenta por periodos prolongados a edad temprana causa toxicidad, manifestándose en la fijación especialmente en tejidos calcificados con la aparición de Fluorosis esquelética y Fluorosis dental, entre otras consecuencias. Además de posibles efectos en algunos órganos y sistemas como cerebro, riñones, hígado y pulmones, que aún son controversiales. |
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