Evaluación y ajustes de los protocolos de manejo en los puntos críticos para mantener la certificación de la producción porcina Buenos Aires

La producción de ganado porcino ha venido en alza en los últimos años siendo una de las producciones más eficientes y de mayor aporte económico en la industria pecuaria. El esfuerzo por mejorar su eficacia lo ha llevado a innovar y ha tenido como resultado el desarrollo de sistemas intensivos con gr...

Full description

Autores:
Calderon Basto, Yesid Libardo
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2021
Institución:
Universidad Cooperativa de Colombia
Repositorio:
Repositorio UCC
Idioma:
OAI Identifier:
oai:repository.ucc.edu.co:20.500.12494/32839
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/20.500.12494/32839
Palabra clave:
Porcicultura
Bioseguridad
Protocolos
Reproducción
Pig farming
Biosecurity
Protocols
Reproduction
Rights
openAccess
License
Atribución – No comercial – Sin Derivar
Description
Summary:La producción de ganado porcino ha venido en alza en los últimos años siendo una de las producciones más eficientes y de mayor aporte económico en la industria pecuaria. El esfuerzo por mejorar su eficacia lo ha llevado a innovar y ha tenido como resultado el desarrollo de sistemas intensivos con gran éxito. Estos nuevos sistemas, están ganando rápidamente aceptación en la porcicultura. Por lo tanto, si se va a criar cerdos en poblaciones grandes, muy concentradas y en un medio ambiente cerrado, se necesitan conocimientos fundamentales sobre las condiciones esenciales en las cuales se deben criar los cerdos, para obtener condiciones óptimas en los aspectos económicos importantes de la producción. Según la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica (2003), la porcicultura en Colombia ha adquirido gran importancia en los últimos años, convirtiéndose en un reglón del sector agropecuario de rápido crecimiento. En los últimos años se ha venido presentando un permanente crecimiento en la producción porcina en Colombia. Se ha pasado de 2.197.910 cabezas en el año 2009 a 2.976.255 en el año 2012. Esto significa un incremento en 778.345 cabezas, que representan un aumento de 87.243 toneladas en la producción de carne en pie (1). Por su parte, el sacrificio de porcinos (995.527 cabezas) creció 5,1%, frente al mismo trimestre del año anterior. El sacrificio de machos creció 11,0%, mientras que el de hembras decreció 4,7% (2). A nivel mundial el ganado porcino según datos del Censo realizado por la F.A.O. (2007) está conformado por 1.352.478.06 de cabezas de ganado, siendo el máximo productor Asia, el cual está representado en “un 62% del censo, seguido de Europa con un 21 %, América del Norte y Central con un 9%, Sur América con n 6%, y finalmente África y Oceanía con el mismo volumen de censo, con un 1 % respectivamente” (3). Con respecto a la producción de carne de cerdo, esta ocupa un 40% en el contexto mundial y es la carne más consumida. Según la Asociación de Porcicultores de Colombia (2014) “el consumo de carne de cerdo al año hoy en día se encuentra en 6,7 kilogramos por habitante y se estima que al finalizar el 2014 al menos sea de 7,3 kilogramos”(4). El comportamiento de la producción porcina en Colombia se ha caracterizado por su irregular desempeño a través del tiempo, pero día a día se fortalece y especializa más, ya que son más los consumidores y por lo tanto mayores exigencias, lo que implica que productores lleven a cabo un manejo integral en sus granjas para criar y producir animales de calidad en óptimas condiciones, implementando buenas prácticas porcícolas y estableciendo importantes medidas de bioseguridad para minimizar los riesgos de contaminación. Las buenas prácticas ganaderas en la industria porcina son todas aquellas acciones afines con la gestión de riesgos sanitarios, biológicos y químicos en la producción primaria de carne de cerdo para consumo humano. Por ende, establecen un sistema, con el objetivo de conseguir alimentos sanos, de buena calidad e inocuos de las fincas; estos alimentos son aquellos que no causan ningún riesgo para la salud del consumidor, ya que no poseen agentes físicos (objetos extraños), químicos (residuos farmacológicos) o biológicos (bacterias, virus, hongos, etc.)(5). La granja Buenos Aires se dedica a la producción de cerdo para sacrificio mediante un modelo de confinamiento en ciclo completo, con el desarrollo de la práctica profesional se busca mejorar el estatus sanitario y de inocuidad de la granja con la actualización de los protocolos de manejos implementados en la granja con el fin del mejorar el bienestar animal, la cual está dirigida por la resolución ICA 2640 de septiembre del 2007 que establece los requisitos sanitarios que deben cumplir las granjas, dedicadas a la producción de cerdos destinados para consumo humano.