Acercamiento a la ruptura del ligamento cruzado craneal (LCCr) en caninos como una de las causas más frecuentes de la claudicación del miembro posterior

La ruptura del ligamento cruzado craneal (LCCr) es una de las causas más frecuente de la claudicación en caninos, que conlleva a alteraciones no solo en la estabilidad de la articulación de la rodilla sino a cambios degenerativos en los componentes de la misma. Actualmente se cree que la progresión...

Full description

Autores:
Chaparro Sutachan, Camilo Arturo
Tipo de recurso:
http://purl.org/coar/resource_type/c_1162
Fecha de publicación:
2019
Institución:
Universidad Cooperativa de Colombia
Repositorio:
Repositorio UCC
Idioma:
OAI Identifier:
oai:repository.ucc.edu.co:20.500.12494/14321
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/20.500.12494/14321
Palabra clave:
Ligamento cruzado craneal
Articulación
Ruptura
Rodilla
TG 2019 MVZ 14321
Cranial cruciate ligament
Joint
Ruptura
Knee
Rights
closedAccess
License
Atribución
Description
Summary:La ruptura del ligamento cruzado craneal (LCCr) es una de las causas más frecuente de la claudicación en caninos, que conlleva a alteraciones no solo en la estabilidad de la articulación de la rodilla sino a cambios degenerativos en los componentes de la misma. Actualmente se cree que la progresión de la enfermedad al igual que su cronicidad, pueden ser pasadas por alto, ante la intermitencia de la sintomatología en el canino. El diagnóstico de la alteración primaria, así como de las secundarias, estará basado principalmente en el examen ortopédico, el uso de las herramientas radiográficas de la articulación de la rodilla y además de ello, las pruebas anexas (Artroscopia, ecografía y resonancia magnética) que proporcionarán información importante de las estructuras, membranas y demás componentes de la articulación, que podrán indicar la causa más probable para el desarrollo de la ruptura del LCCr. En las últimas décadas, se han propuesto alternativas terapéuticas para la resolución de la ruptura del LCCr, desde protocolos conservadores (inmovilización y manejo farmacológico) como quirúrgicos (intracapsulares, extracapsulares y osteotomías de la tibia proximal), sin llegar al desarrollo de una técnica, que evite el desarrollo de patologías secundarias a la ruptura como lo son enfermedad degenerativa, aparición de osteofitos, hipertrofia de la sinovia, osteoartritis, fibrosis periarticular y lesiones en los meniscos.