Propiedades psicométricas y validez estructural del eat-26, ico y el cuestionario de burnout de maslach en la población universitaria de la ciudad de Medellín (Colombia)

La investigación en psicología con el tiempo, ha avanzado de forma significativa debido a la inclusión de métodos matemáticos como el análisis factorial. En la misma línea, la búsqueda de validez y confiabilidad en los instrumentos de evaluación psicológica se requiere tanto en la práctica clínica c...

Full description

Autores:
Díaz Jiménez, María Carolina
García Anduquia, Shirley Yesenia
Jaramillo Campillo, Eduardo Adrián
Morales Forero, Sandra Patricia
Muñoz Correa, Catalina
Rueda Puentes, Dellys Liliana
Zea Romaña, Samari
Tipo de recurso:
Trabajo de grado de pregrado
Fecha de publicación:
2004
Institución:
Universidad Cooperativa de Colombia
Repositorio:
Repositorio UCC
Idioma:
OAI Identifier:
oai:repository.ucc.edu.co:20.500.12494/1929
Acceso en línea:
https://hdl.handle.net/20.500.12494/1929
Palabra clave:
Psicometría
Neuropsicología
Anorexia
Bulimia
Trastorno obsesivo compulsivo
Psicología clínica
EAT-26
TG 2004 PSI 1929
Rights
closedAccess
License
http://purl.org/coar/access_right/c_14cb
Description
Summary:La investigación en psicología con el tiempo, ha avanzado de forma significativa debido a la inclusión de métodos matemáticos como el análisis factorial. En la misma línea, la búsqueda de validez y confiabilidad en los instrumentos de evaluación psicológica se requiere tanto en la práctica clínica como en la investigación. De esta manera, los instrumentos de medida deben ser estudiados con el fin, de obtener sus propiedades psicométricas y su validez estructural desde el análisis factorial de componentes principales. Para esta investigación se han seleccionado tres instrumentos que corresponden a problemáticas psicológicas contemporáneas, así, se incluyen la anorexia y la bulimia, las creencias en el trastorno obsesivo compulsivo y el síndrome de Burnout. Desde el punto de vista epidemiológico, la anorexia tiene una prevalencia anual de un 2.5% en mujeres y un 1.4% en hombres (Torres, 1999). La bulimia obtiene una prevalencia anual del 0.2% en mujeres, sin embargo no se especifica en Antioquia una prevalencia masculina, pero se retoma la encontrada en Colombia, que arroja un resultado del 0.1%. Según Mont y Castro (2003) la anorexia nerviosa es una enfermedad que afecta especialmente a la población adolescente y que tiene una mayor incidencia entre mujeres, con una proporción de 10 a 1 (Becker, Grinspoon, Klibanski, Herzog, 1999). Los trastornos de la alimentación (anorexia y bulimia) afectan, en los EE.UU. a unos 5 millones de personas cada año y tienen una prevalencia creciente. En los países occidentales los padecen alrededor del 3% de las mujeres jóvenes (Becker, Grinspoon, Klibanski, Herzog, 1999; Sulllivan, 1995). Por otro lado, la anorexia nerviosa es una enfermedad potencialmente letal con una mortalidad del 0,56% al año, que es más de 12 veces la observada en mujeres jóvenes de la población general. Se estima que alrededor de un tercio de las muertes de pacientes con anorexia nerviosa son de causa cardiaca, fundamentalmente por muerte súbita (Isner, Roberts, Heymsfield, Yager, 1985; Sharp, Freeman, 1993). Si bien los datos de prevalencia son relevantes, es importante señalar que estos dos trastornos de la conducta alimentaria pueden estar diagnosticados de forma equívoca; así, es posible que se presente un sobrediagnóstico y en la realidad la prevalencia sea menor, o por el contrario, no se diagnostiquen en la población que realmente sí presenta estas alteraciones presentándose así un infradiagnóstico. Con el fin de incrementar el nivel de validez y confiabilidad en la evaluación de la anorexia y la bulimia es necesario el desarrollo de instrumentos de medida que cumplan con las exigencias del modelo estadístico. Haciendo el rastreo de los antecedentes de investigación en la evaluación psicométrica de la anorexia y la bulimia, autores como Buela-Casal, Caballo y Sierra (1996) citan cuatro instrumentos para la evaluación de los trastornos de la conducta alimentaria, entre los más aceptados se encuentran el EDI y el EAT. Con respecto al EDI (Eating Disorders Inventory) puede decirse que fue traducido al español como Inventario de trastornos alimentarios y fue desarrollado por Gardner, Olmstead y Polivy en 1983, su objetivo era evaluar psicopatología bulímica y anoréxica; mas tarde Gardner en 1991 publicó el EDI-2 que añade al anterior 24 ítems, agrupados en 3 escalas (ascetismo, regulación de impulsos e inseguridad social), el cual fue adaptado en España en el año de 1987 por Quimera y cols. (Citado en Buela-Casal, et. al. 1996) en población anorexia.