Enfermedades causantes de abortos en cabras.

Se determinaron los títulos de anticuerpos de las siguientes enfermedades causantes de abortos en cabras de la sabana de Bogotá: brucelosis (asumiendo una reacción cruzada con Brucella melitensis), clamidiosis, letospirosis y toxoplasmosis. Un total de 200 muestras fueron analizadas, tomadas en 21 a...

Full description

Autores:
Vélez, S.
González Charry, H.E.
Gallego Marín, M.I.
Alvarez de Agudelo, D.L.
Cortés Castillo, E.
Sedano de De León, L.
Niño, G.
Tipo de recurso:
Informe
Fecha de publicación:
1989
Institución:
Agrosavia
Repositorio:
Agrosavia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.agrosavia.co:20.500.12324/29998
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/20.500.12324/29998
Palabra clave:
Enfermedades de los animales - L73
Cabra
Aborto
Brucelosis
Leptospirosis
Toxoplasmosis
Chlamydia
Diagnostico de laboratorio
Ganadería y especies menores
Rights
License
Attribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0 International
Description
Summary:Se determinaron los títulos de anticuerpos de las siguientes enfermedades causantes de abortos en cabras de la sabana de Bogotá: brucelosis (asumiendo una reacción cruzada con Brucella melitensis), clamidiosis, letospirosis y toxoplasmosis. Un total de 200 muestras fueron analizadas, tomadas en 21 apriscos con una población de 1.033 animales. Para el primer caso, se encontró el 3.5 por ciento de reactores a Brucella abortus por medio de la prueba lenta en tubo (título 1:200), corroborando esta reactividad por medio de la prueba de mercaptoetanol (1:50) y fijación de complemento (1:64). Para determinar anticuerpos fijadores de complemento para Chlamydia psittachi, se comprobó que el uno por ciento fueron reactores con un rango de confianza del 95 por ciento y prueba diagnóstica específica para Chlamydia. En la leptospirosis se halló una prevalencia instantánea del 4 por ciento que representa los animales reactores. Unicamente 2 animales presentaron títulos de 1:100 y 1:400 para Leptospira icterohaemorrhagie. Las pruebas para toxoplasmosis mostraron que el 25 por ciento de los animales analizados fueron reactores a Toxoplasma gondii