Fertilización del trigo (Triticum sativum L.) en suelos influenciados por cenizas volcánicas del Departamento de Nariño, Colombia.

Se presentan y discuten los resultados más sobresalientes de experimentos efectuados en fincas de agricultores para establecer las dosís adecuadas de fertilizantes en este cultivo. Entre 1956 y 1972 se establecieron pruebas regionales sobre respuesta del trigo a la aplicación de fertilizantes en Nar...

Full description

Autores:
Wieczorek P, Agathon E.
Manzano, Alejandro Hugo
Melo Erazo, Marco A.
León Sarmiento, Luis A.
Muñoz Araque, Rodrigo de J.
Tipo de recurso:
Article of investigation
Fecha de publicación:
1974
Institución:
Agrosavia
Repositorio:
Agrosavia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.agrosavia.co:20.500.12324/23182
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/20.500.12324/23182
Palabra clave:
Fertilización - F04
Trigo
Fertilizantes
Suelo volcánico
Rendimiento
Transitorios
Rights
License
Attribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0 International
Description
Summary:Se presentan y discuten los resultados más sobresalientes de experimentos efectuados en fincas de agricultores para establecer las dosís adecuadas de fertilizantes en este cultivo. Entre 1956 y 1972 se establecieron pruebas regionales sobre respuesta del trigo a la aplicación de fertilizantes en Nariño. Los suelos donde se realizaron los ensayos eran ácidos, con bajo contenido de materia orgánica y altos en K intercambiable. Las dosis de fertilizantes utilizados variaron entre 0 y 100 kg/ha de N, 0 a 225 kg/ha de P2O5 y entre 0 y 50 kg/ha de K2O. Como fuente de N se empleó sulfato de amonio y úrea, de P, superfosfato triple y Escorias Thomas y de K, cloruro y sulfato de potasio. Se deben hacer aplicaciones combinadas de N y P en dosis de 60 kg/ha de N y 150 kg/ha de P2O5 en aquellos suelos con menos de 6 por ciento de materia orgánica y de 30 ppm de P (Bray II). En suelos con contenidos más altos de matería orgánica y P se puede aplicar hasta 30 kg/ha de N y 75 kg/ha de P2O5. Conviene agregar hasta 50 kg/ha de K2O para evitar agotamiento de K en el suelo. La fertilización nitrogenada es económicamente muy eficiente, en cambio la fertilización fosfatada es poco eficiente, especialmente en suelos con más de 30 ppm de P (Bray II)