Preparación de terrenos en ladera.

La preparación inicial del terreno permite pronosticar cual será la producción en corte de plantilla y socas. Los suelos de ladera, por su configuración presentan obstáculos a la mecanización y exigen una buena adecuación y roturación del terreno. La preparación del suelo para la siembra de caña par...

Full description

Autores:
Mafla Becerra, Alfonso
Tipo de recurso:
Part of book
Fecha de publicación:
1976
Institución:
Agrosavia
Repositorio:
Agrosavia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.agrosavia.co:20.500.12324/23119
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/20.500.12324/23119
Palabra clave:
Cultivo - F01
Caña de azúcar
Labranza
Terreno en declive
Transitorios
Rights
License
Attribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0 International
Description
Summary:La preparación inicial del terreno permite pronosticar cual será la producción en corte de plantilla y socas. Los suelos de ladera, por su configuración presentan obstáculos a la mecanización y exigen una buena adecuación y roturación del terreno. La preparación del suelo para la siembra de caña para panela depende de su estado: soca (renovación), rastrojo, potreros o sembrado con otros cultivos. En terrenos con socas viejas se cosecha la caña por parejo y se lleva al trapiche, se queman los residuos. Si permite mecanización (hasta un 20 por ciento de pendiente) se pasa el arado de discos para arrancar las cepas. Teniendo limpio el terreno se determinan las prácticas de conservación de suelos. Si el terreno está en rastrojo, de acuerdo al tipo de vegetación, se roza el rastrojo tumbando los arbustos con tractor o barretón. Por ser terrenos nuevos deben hacerse 2 cosechas de maíz antes de sembrar la caña. En potreros para la limpia, lo mejor es recargar los potreros de ganado con el fin de hacer un sobrepastoreo. Se aconseja el uso de cortadoras rotativas o guadañas. Para preparación de terrenos con otros cultivos, basta recolectar la cosecha y eliminar los residuos. Se debe adecuar el terreno hasta donde el suelo y los costos lo permitan. La roturación garantiza el drenaje interno de los suelos y se realiza por la subsolación. La preparación se puede hacer con bueyes y con azadón, siendo este último el más común en zonas de ladera