Ecología.

La papa se cultiva principalmente en clima frío y de páramo, correspondiendo la producción óptima a las fincas localizadas entre 2500 y 3000 m de altitud, las zonas comprendidas entre 3500 y 4000 m se consideran apropiadas para producción de semilla, pues la población de insectos vectores de virus e...

Full description

Autores:
Luján Claure, Lauro
Tipo de recurso:
Conferencia (Ponencia)
Fecha de publicación:
1976
Institución:
Agrosavia
Repositorio:
Agrosavia
Idioma:
spa
OAI Identifier:
oai:repository.agrosavia.co:20.500.12324/23445
Acceso en línea:
http://hdl.handle.net/20.500.12324/23445
Palabra clave:
Economía y políticas agrícolas - E10
Papa
Condiciones ambientales
Raíces y tubérculos
Rights
License
Attribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0 International
Description
Summary:La papa se cultiva principalmente en clima frío y de páramo, correspondiendo la producción óptima a las fincas localizadas entre 2500 y 3000 m de altitud, las zonas comprendidas entre 3500 y 4000 m se consideran apropiadas para producción de semilla, pues la población de insectos vectores de virus es baja debido a la temperaturas inferiores a 10 grados centigrados, luminosidad deficiente y humedad relativa superior al 80 por ciento. De los factores climáticos que influyen sobre el rendimiento y la calidad de la papa, el fotoperíodo no tiene ningún efecto en los países de la zona tórrida, en cuanto a intensidad de luz y sombra tiene un marcado efecto sobre el contenido de materia seca de los tubérculos, igual efecto ejerce la disponibilidad de CO2. La temperatura del suelo y del ambiente también influyen sobre la composición del tubérculo y las heladas afectan negativamente el cultivo, el control de este fenómeno puede hacerse mediante la utilización de especies que ofrecen distintos grados de tolerancia o mediante métodos físicos como riego por aspersión, la calefacción o la ventilación. La disponibilidad de agua influye sobre el desarrollo radicular de la planta y sobre el contenido de materia seca de los tubérculos, el tipo de suelo constituye otro factor que incide sobre el rendimiento del cultivo, considerando las diferentes propiedades del mismo, como pH, poder de retención de agua, textura, grado de fertilidad